
Hace un par de años, nos preguntábamos en #MajadahondaFeminista si las feministas debíamos armarnos o no contra el patriarcado. Hoy, en plena efervescencia feminista por el caso de La Manada, el debate parece llamar encarecidamente a nuestra puerta: ¿Cómo enfrentamos la cultura de la violación y cómo nos defendemos ante las agresiones sexuales? ¿Estamos inmersas en una guerra histórica en la que los cuerpos sólo los ponemos de este bando?