
En algunas ocasiones, las consultoras de género nos encontramos ante situaciones en las que se nos demanda la realización de algún servicio (taller, charla, colaboración en proyecto, etc.) a modo de “favor”. Todas sabemos lo que es un favor y lo que es tener morro. Lo sabe, incluso, quien lo pide, así que no tengas reparos en descorrer la cortina.