
A finales del mes de junio la Asociación Profesional de Consultoría de Género de España celebró en orca su VII Encuentro Estatal. Como actual presidenta, abrí el evento con unas breves palabras, que recojo a continuación.
A finales del mes de junio la Asociación Profesional de Consultoría de Género de España celebró en orca su VII Encuentro Estatal. Como actual presidenta, abrí el evento con unas breves palabras, que recojo a continuación.
En el pasado Encuentro Estatal de Consultoría de Género intervine en un coloquio sobre la fijación de tarifas en el sector. No tengo respuestas cerradas pero sí algunas ideas que compartiros, y giran en torno a tres puntos: la idea de rentabilidad, la valoración de los costes y las características de la clientela. ¿Quieres saber más?
Una de las cosas más difíciles para mí como emprendedora en consultoría de género ha sido la fijación de tarifas.
Esta dificultad puede explicarse de diferentes formas. Sin duda que hay una cuestión de género, de cómo las mujeres nos relacionamos con el dinero, de cómo las mujeres proyectamos e interpretamos nuestro desarrollo profesional, de cómo las mujeres priorizamos unas actividades económicas (no remuneradas) y no otras (remuneradas). Yo sé que el patriarcado ha construido una feminidad a la sombra del poder, y el dinero es poder.
Pero no quiero hablar de esto hoy.
Porque la igualdad se trabaja… ¡seguimos!
Desde la Asociación Profesional de Consultoría de Género de España nos hemos puesto un objetivo ambicioso: queremos conocer cómo está el sector de profesionales que integran la perspectiva de género en nuestro país. Si te dedicas a la Consultoria de Género o tu labor profesional tiene que ver con la aplicación de la perspectiva de género, no puedes quedarte fuera de esta encuesta.
Dicen las personas expertas en el tema que comunicar es algo más que transmitir información, lo que, en realidad, todo el mundo es capaz de hacer sin demasiada dificultad. Dicen que comunicar es, sobre todo, «mover una emoción» (Ramón-Cortes: 2012). Sentio ergo sum?
Esta semana he impartido mis sesiones anuales en el XII Máster de Género y Desarrollo del Instituto de Estudios Internacionales (ICEI) de la Universidad Complutense de Madrid. Todos los años el Máster cuenta con un alumnado entregado y atento. Este año, las alumnas han sido particularmente aplicadas y analíticas.
La evaluación de las intervenciones es tan importante que casi nunca se hace con rigor o no, por lo menos, con todo el rigor que se merecen los proyectos, los equipos y los actores más importantes de cualquier intervención: las personas beneficiarias.
Hoy me siento suspicaz.
La participación activa de las mujeres en las esferas públicas y colectivas es un tema de análisis y reivindicación recurrente en la teoría y política feminista. El foco de atención suele proyectarse sobre el ejercicio de la ciudadanía, la toma de decisiones, el liderazgo de grupos… cuestiones sin duda importantes pero que dejan de lado el uso mismo de la palabra como instrumento de agencia de las mujeres.
Con motivo del 8 de marzo, el pasado sábado día 5 realicé en Majadahonda un taller sobre participación verbal femenina. El trabajo sobre el uso de la palabra en los espacios políticos tiene algunas particularidades respecto a otros ámbitos. Generalmente, quienes participan de estos espacios esperan de sí mismas un posicionamiento, y el colectivo espera de ellas también algún tipo de expresión pública.