Desde hace ya unos años, parte de mi trabajo como consultora de género gira en torno a los Indicadores de Género. Cómo elaborarlos, cómo usarlos en los análisis sociales, cómo vincularlos con las dimensiones de la desigualdad de género y cómo enseñarlos son algunos de los temas que trabajo.
Desde hace un tiempo, los Indicadores de Género son ‘trending topic’ y ningún proyecto ni ninguna política pública que se precie puede pasar sin incluirlos. Aquí te ofrezco seis claves para conocerlos mejor.
Clave 1. Los Indicadores de Género están regulados por la normativa de igualdad.
Es decir, existe una marco legal y programático que obliga a los poderes públicos a adecuar las estadísticas y estudios con indicadores de género. En el nivel estatal es la LO 3/2007 la que lo regula explícitamente en su artículo 20.
Y, ¿para qué se necesita adecuar las estadísticas y estudios? Para dos cosas, fundamentalmente: para poder realizar análisis sociales que pongan de manifiesto cómo se manifiesta el sistema de sexo/género y, en segundo lugar, y como consecuencia, para facilitar la integración de la perspectiva de género en su actividad ordinaria.
Clave 2. Los indicadores de género se componen de cinco elementos.
Estos son: Qué + Cuánto + Cuándo + Quién + Dónde.
Siempre trabajo con esta metodología y resulta tremendamente útil para elaborar indicadores adecuadamente. Si tus indicadores no poseen estos elementos, te animo a que intentes responder a cada una de estas preguntas-elemento. Verás cómo mejoran.
Clave 3. Los Indicadores de Género van ‘más allá’ de los datos desagregados por sexo/género.
Los datos desagregados por sexo no son en sí mismos indicadores de género. O no siempre.
En tanto que el género ‘va más allá’ de la diferenciación biológica de las personas, un Indicador de Género no es solamente ni necesariamente un indicador desagregado por sexo. El sistema de sexo/género tiene una complejidad mayor que la pura descripción binaria y, por ello, no basta con desagregar los datos entre mujeres y hombres. Los indicadores de género abordan y miden realidades que tienen que ver con la desigualdad de género en sus diferentes manifestaciones (rol de género, estereotipos, violencia, acceso a los recursos, toma de decisiones…).
Clave 4. Los Indicadores de Género responden a dos momentos básicos de la planificación.
Existen dos momentos puntuales en el uso de Indicadores de Género: el inicio y el final de cualquier intervención. Según respondan a uno u otro momento del ciclo de intervención, los indicadores tendrán que mostrar coherencia con unos tipos u otros de objetivos.
Los indicadores de diagnóstico (inicio) responderán siempre a los objetivos de análisis y determinarán el punto de partida desde el cual comenzar a desarrollar la intervención.
Los indicadores de evaluación (final), por su parte, responderán a los objetivos de intervención, por lo que su misión será la de contrastar hasta dónde se ha tenido éxito durante el proceso.
Clave 5. Los indicadores de género no son tan diferentes de los otros indicadores sociales.
Es decir, que los indicadores «de género» no son un bicho raro en las herramientas de análisis social.
Como los indicadores sociales en general, son instrumentos de análisis social que ofrecen información en forma de datos sobre una parcela de la realidad social. La particularidad de los indicadores de género es que la información que ofrecen permite conocer el estado de equidad y desigualdad de género en esas determinadas parcelas de la realidad social.
Clave 6. Lo importante de los Indicadores de Género es quien los usa.
Lo esencial de los indicadores no es la herramienta en sí misma sino la utilidad que sepamos darle para medir el grado de equidad y desigualdad de género.
Esto quiere decir que un indicador de género solamente estará bien elaborado, solamente será una herramienta verdaderamente útil para la transversalidad de género cuando quien los use sepa efectivamente distinguir de qué se compone el sistema de sexo/género y cómo se expresa en la vida social y en la cotidianidad de las personas.
Así que, óiganme, sigan empleando recursos para que sus proyectos y políticas incorporen Indicadores de Género pero dedíquenle todavía más recursos a la formación y capacitación del personal que los va a emplear. Si no, están ustedes malgastando la energía y perdiendo el tiempo. Y el dinero de todas.
Me parece una lección de lo más didáctica!! Enhorabuena!
Gracias Ana! 🙂