En algunas ocasiones, las consultoras de género nos encontramos ante situaciones en las que se nos demanda la realización de algún servicio (taller, charla, colaboración en proyecto, etc.) a modo de «favor». Todas sabemos lo que es un favor y lo que es tener morro. Lo sabe, incluso, quien lo pide, así que no tengas reparos en descorrer la cortina.
Ahora que el feminismo está muy de moda gracias al clamor feminista y al apoyo de los medios, muchas organizaciones se animan a poner en marcha (¡por fin!) actuaciones de igualdad.
Algunas empresas mayores de 250 personas en plantilla parecen haberse dado cuenta de que la ley orgánica de igualdad del año 2007 lasobliga a tener un Plan de Igualdad interno. Otras empresas, más pequeñas -y por tanto no obligadas a tener un Plan de Igualdad-, se prestan en realizar charlas motivadoras o acciones puntuales de sensibilización.
A otro tipo de entidades u organizaciones, para no quedarse atrás ni quedarse fuera, les urge en estos tiempos implementar talleres, masterclasses o iniciativas de cualquier tipo que aborden cuestiones de género y contribuyan a alinear a su plantilla con los principios de igualdad de la organización.
Defender el sector
En la mayor parte de los casos, estas organizaciones cuentan con un presupuesto reservado para poner en marcha todas estas iniciativas. Obvio.
Pero siempre hay quien intenta sacar adelante sus ideas sin pagar nada a cambio. Y piden servicios de consultoría de género sin ningún tipo de contraprestación.
Ante estas situaciones, las Consultoras de Género tenemos que estar atentas para que no nos la cuelen, porque estar de moda tiene un precio para las entidades, enfrentar situaciones problemáticas relacionadas con la desigualdad de género tiene un precio para las empresas y mejorar la cultura interna tiene un precio para las organizaciones.
Debemos presupuestar lo que nos piden y arriesgarnos a que nos digan que no. Solamente así vamos a respaldar nuestro sector y a dignificarnos como profesionales.
En definitiva, ¿te ha pasado alguna vez que te han pedido trabajar gratis?
Te aplaudo. Queda un reto por delante a consultoras y agentes de igualdad. A las mujeres se nos presupone el altruismo y «las cosas de igualdad» no son prioridad. Luego hablan de evitar la brecga de género. Pues eso.
¡Gracias Ana!Eectivametne, entre todas las peleas que tenemos que hacer desde el feminismo también está la de dar autoridad y espacio a nuestro trabajo. Saludos.